Las infecciones respiratorias agudas, en concreto la gripe A, vuelven con fuerza a España y están provocando una avalancha de pacientes que acuden a los servicios de urgencias, un 35 por ciento más que hace un año, y se prevé siga al alza hasta la tercera semana de enero.
Sin embargo esta es una situación que se repite cada año. Para el neumólogo y secretario del comité ejecutivo del área de infecciosas de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Francisco Sanz, estos picos epidémicos suceden habitualmente a finales de diciembre y principios de enero y se extienden hasta mediados de febrero.
Solo se interrumpió durante la pandemia, cuando el aislamiento y las mascarillas actuaron como barrera.
Sanz subraya que «la gripe que importa» es la que descompensa las enfermedades de base, la que afecta a los ancianos y a la población con factores de riesgo, y por eso se insiste en la vacunación.
Respecto a las vacunas, este neumólogo recuerda que todavía no finalizó la campaña vacunal ni se han cumplido los objetivos necesarios para que la gripe sea más suave.
Según el Ministerio de Sanidad los objetivos para la vacunación frente a la gripe y covid-19 esta temporada 2023-2024 son alcanzar o superar el 75 % en mayores y personal sanitario y sociosanitario, y el 60% en embarazadas y en personas con condiciones de riesgo.
Y es que la eficacia de la vacuna contra la gripe no es tan alta como la inmunización frente a la covid-19 y eso influye en que más población sufra la enfermedad, aunque el cuadro sea más leve.